Columna de humor #6 – ¡Una visita familiar y una caída, que 30 de junio!
- Adrien Rigaut
- 16 jul 2023
- 2 Min. de lectura
El final de junio está cerca. Sentimos a los turistas llegar a medida que suben las temperaturas. No necesariamente habíamos planeado quedarnos tanto tiempo, pero las vacaciones de mi hermano y su esposa en Alvor desde el 29 de junio, nos impulsaron a extender nuestra estadía en Zambujeira.
Cita hecha con mi hermano el 30 de junio en Odeceixe para una tarde de reunión, buena comida y playa en toda relajación.
Después del placer de volver a vernos y poder volver a hablar francés (de vez en cuando se siente bien), Cécile (compañera de mi hermano y natural de la región) nos invita a comer en un muy buen restaurante con como especialidad: pescados y mariscos (junto al mar, tiene sentido).
Excelente almuerzo, luego viene el café / pastel de nata, un clásico para nosotros desde el comienzo del viaje, en una cafetería junto al mar. Los cafés dispuestos sobre la mesa, me enderezo y bajo un escalón... Inexistente. Y aquí todo va muy rápido: pérdida de equilibrio, intento ponerme al día en un escalón... Dos pasos... tres pasos... y terminó en medio de la carretera cayendo frenado por un automóvil que pasaba en ese momento. Estupor en el equipo del día, Alexis y Cécile habiendo presenciado la escena, Carolina, llamada por el sonido del impacto, vio solo mis dos pies debajo del auto, y Lobo corriendo hacia mí para realizar los primeros auxilios caninos (lamidos).
Más miedo que daño, afortunadamente, el automóvil estaba al ralentí, por lo que el impacto fue leve. Además de un bonito susto, tuve algunos moretones hermosos, algunos de los cuales persisten en el momento de escribir estas pocas líneas (2 semanas después). Arañazos en la espalda, mano, pelvis y cabeza, tendinitis en el hombro y, probablemente, sobreesfuerzo de ligamentos en la rodilla... Aquí está el balance de este otoño tan estúpido como divertido según mi hermano.
Por lo tanto, el programa del día se puso patas arriba. No hay playa, pero una visita a nuestro camping, la costa de Zambujeira con sus cigüeñas, una pequeña cerveza para el camino y ya es hora de decir adiós.
Una semana después del accidente, y viendo que el dolor no pasaba, fui a urgencias. Bastante sorprendente en términos de servicio. . . 4 horas de espera para ver a un médico que no te toque y mañana a un ortopedista que tampoco te toque... Sorprendente. Recordaré que en las radios no hay nada roto.
En cualquier caso este 30 de junio quedará en la memoria, para todos creo!
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